28/9/09

Yo no me quiero casar... (II)

Después de un par de días de meditarlo con la almohada, decidí qué hacer con la señorita protagonista de un par de post atrás.

En realidad, debo decirlo, no es que me tomé un par de días para meditar, sino que olvidé responderle el mail que me había mandado el miércoles y lo hice recién el sábado. En mi respuesta, breve, concisa, le dije:
-Perdón. Me colgué en responder. Mucho. Si tenés y usás el messenger, el mío es messengerdejotahesse@manualdeperdedores.com*. Si no, en la semana la seguimos por mail. Beso. J.

A las pocas horas, me agregó al messenger. Y chateamos un rato, nos contamos algunas cosas de la vida, o más precisamente de la rutina.

Gustos, placeres, estilos.

Y como a mí las palabras se me escapan de la boca, también se me escaparon un par de fobias, que luego logré esconder debajo de la alfombra -creo-.

Y terminé dando el gran paso; la llegada del hombre a la luna; el estirón adolescente; el 'sí, quiero'; el 'papá, yo también fumo'; el 'sí, oficial, yo la maté'; etcétera:
-Bueno, me tengo que desconectar, pero... Si tenés ganas en la semana vamos a tomar algo una noche...
-Sí, dale!
-Buenísimo, después arreglamos bien.
-Está bien.
-No te digo el fin de semana porque, como te dije, termino arruinado de trabajar... Prefiero en la semana. Vos no tenés problemas?
-No.
-Buenísimo. Después combinamos.
-Pero relajate.
-Eh?
-Que te relajes, no te lo tomes como algo tenso, vamos, tomamos algo, listo.
-...
-...
-Estoy relajado, demasiado relajado. Te digo, nomás, por qué prefiero en la semana.

-OK, está bien.

Me sentí un idiota. O un nene. Me corrió la muy turra!

Pero la voy a ver...




*Es un chiste, tontitos, no me agreguen a ese messenger que no existe (espero).

24/9/09

Yo no me quiero casar... y usted?

Hace unos días, recibí un mail de Pablito, un compañero de trabajo. Estaba dirigido a mí y a una chica a la que llamaremos Señorita, ya que poco sabemos de ella más que el nombre y no querremos incomodarla por si, por casualidad, entra a este privado lugar. El correo decía esto:

"Edades similares, buenas gentes, inquietudes parecidas, medio zurditos aburguesados, sin Sida... Definitivamente varias coincidencias. Es decir, no puede funcionar de ninguna manera. Pero bueno, crucen unos mails, diviértanse un poco, tomen unos copetines y, en el peor de los casos, después me dicen: 'Che, el paquete que me presentaste'. Y listo...
Cordiales saludos, Roberto Galán"

Después de insultar a Pablito en cinco idiomas por semejante atrevimiento, alrededor de donde yo trabajo se armó la discusión: Jota debe ir a tomar algo con la señorita en cuestión, alguien a quien no conoce, personal, física ni psíquicamente?

(admito que psíquicamente yo seguro que estoy peor)

-Cómo voy a salir con alguien que no conozco? O que conozco así? -fue mi primera excusa.
-Para conocer a alguien primero tenés que salir, boludo -retrucó Pablito.
-Bueno... Pero no sé... Es grande, ya está vieja para mí... Vos sabés que me gustan algo más pequeñas, como Pequeña P... -fue mi segunda excusa.
-Escuchame una cosa, salame -intercedió Rodrigo-. Te voy a decir dos cosas... Primero, así te fue con esa pendeja y con otras...

Pablito aplaudió, le dio la mano, se oyeron gritos...
-Y segundo -continuó Rodrigo-... No sé, por algo está sola y te la quieren presentar así, no?

Y yo aplaudí, y le di la mano, pero nadie más gritó.

El debate siguió, sin mayor trascendencia, con algunas acusaciones de "cagón" y demasiados "boludo!" para mi gusto.

La Señorita respondió el mail, muy campante, para los dos, diciéndonos que le resultó muy divertido el mail; yo también respondí, diciendo que no maté a Pablito porque lo quería; Pablito también respondió, y dijo que era hora de poner una fecha y un lugar.

Yo, sinceramente, no sé qué hacer...

Escucho sugerencias.

Y si no, los tendré al tanto...

21/9/09

Soy solo (II)

Tal fue el éxito del post en el que conté acerca de la invitación a una fiesta/reunión de solos (éste) que, a pesar de las muchas advertencias, tuve que ir...

Sí, fui.

Mi amigo Martín terminó por convencerme:
-Yo voy seguro... Qué puedo perder? -analizó.
-Lo que me queda de dignidad, Martín. Es un encuentro muy perdedor... Puede ser muy bizarro... Una piba está organizando juegos! Es lamentable...
-Yo me siento a un costado, me mamo enseguida y los miro. No pienso jugar a nada.
-...
-...
-Bueno... Vamos. De última me levanto y me voy.

Llegamos a eso de la 1. En la puerta, nos encontramos con mi amiga Aye y sus dos amigas. El grupete lo completaban el Anfitrión, La organizadora, un francés, una francesa, un alemán y dos chicos más.

Siete nenes; cinco nenas: la cosa ya empezaba mal.

Después de las presentaciones de rigor, de los saludos, del 'tanto tiempo sin verte!' que le obsequié al Anfitrión -compañero de estudios al que no veía desde hacía años-, La Organizadora nos dio la bienvenida:
-La idea no es venir acá a buscar pareja, ni hacer terapia de grupo, sino pasarla bien, compartir un buen momento y disfrutar de la soltería!

(iupi. En ese instante pensé en correr, en inventar enfermedades terminales o internarme en un neuropsiquiátrico, pero me dio verguenza)

Enseguida, La Organizadora habló sobre algunos juegos que íbamos a hacer para conocernos, primero, y después sobre el 'castigo' que recibirían los perdedores de esos juegos: tomar y tomar y tomar.
-Eh... No quiero ser mala onda, pero yo hoy no puedo alcohol. Estoy tomando un remedio... -dijo alguien.

Ese alguien, lógico, era yo.

-Eh... Bueno -reorganizó La Organizadora-, entonces vos tendrás prendas. Tendrás que confesar cosas...
-...

Reglas aceptadas por todos, el primer juego consistía en sacar un papelito para encontrar una pareja temporal (podían caer hétero u homo, azar puro), a la cual había que hacerle preguntas para conocerla y, después, presentarla al grupo. Los papelitos tenían nombres: Batman, Robin, Mickey, Minnie, Lennon, Yoko... Todos sacamos uno. Batman debía juntarse con Robin, Lennon con Yoko... Y así.

Increíblemente, cinco de las seis parejas coincidieron en que fueran mixtas: un nene, una nena.

La sexta? Jota y un tipo (lo único bueno es que yo fui Mickey y él, Minnie).

-Ya tenés tema para el blog -me advirtió Aye, descostillándose de la risa sobre un sillón, al grito de 'no lo puedo creer, no lo puedo creer, justo a vos, Jota!'.

Justo a mí. Obvio.

Martín se moría. Los demás no entendían del todo. Y Minnie...

Minnie era el Chino, otro compañero de estudios de hace años. Nos pusimos al día brevemente, aunque al rato, al exponer sobre su vida, tuve que admitir que mi memoria estaba fallando: no me acordaba de nada.

El resto, queridos amigos y amigas, ni vale la pena contarlo de manera extensa: hubo momentos patéticos, como siempre, otros divertidos, algunas chicas que me cagaron a pedos (nunca faltan) y una realidad que encontró a todos borrachos divirtiéndose y a mí, sobrio como un vaso de agua, con mi Coca Cola y mi Agua Tónica como compañeras inseparables.

Jugamos al chinchón y al asesino. Y a mí me tocó ser el asesino, con la desgracia de que cada vez que mataba a alguien, de tan borracho que estaba no se daba cuenta (y entonces el juego perdía sentido porque el asesino no lograba su cometido).

Desde ya, tuve que confesar algunas trapisondas, hechos vergonzosos, derrotas íntimas...

A las cinco y media de la mañana, ya sin europeos, sin juegos, sin alcohol y con un par de tortas ricas sobre la mesa, la ronda derivó en mate.

El encuentro de solos y solas terminó un rato más tarde. Cómo terminó?

Con Jota durmiendo en su cama.

Solo...

17/9/09

El deporte y el hombre

Algunos, ni bien subí este post, se anticiparon y anunciaron que mi actividad deportiva iba a durar poco y nada. Pero no es cierto que fuera por mi propia vagancia: después de mi primera semana de reactividad deportiva, llovió casi toda una semana y a la siguiente hizo un frío de cagarse que, realmente, no daba para levantarse temprano...

Pero volví. La semana pasada re-retomé el deporte, con mi amigo FP: tenis una vez por semana.

Arrancamos el viernes pasado: 6-1, 6-2. Tremenda victoria, tremenda paliza!!! FP me hizo añicos, me bailó, terminé mordiendo el polvo de ladrillo.

"Me comparan con Coria", le expliqué al terminar el match. FP no entendía. "Sí, cuando me ven jugar, dicen escoria...".

Quedamos en volver mañana. Mentalizado para el combate, con ansias de mantener la rutina del ejercicio, limpié mis zapatos para la ocasión, lavé el shorcito y hasta hice gimnasia casera para mantener la forma. Hoy recibí el mensaje: "Tengo una ampolla en la mano, no puedo jugar mañana. Lo dejamos para la próxima semana".

Así no se puede. En serio. No se puede.

15/9/09

Soy solo

Cuando una amiga te invita a una fiesta (más bien reunión) de "solos y solas", de gente aparentemente normal (como yo, claro) que oscila entre los 25 y los 35 años, que quiere juntarse porque "se acerca la primavera, cupido se vuelve loco y empieza a tirar flechazos para todos lados"...

Cuando efectivamente pensás en asistir y hasta un amigo de otro ámbito te dice "vamos, Jota, vamos! Puede estar bueno!".

Cuando pasa eso me siento un perdedor.


PD: ustedes qué harían ante semejante invitación?

11/9/09

Urti

Ya le tengo cariño. Ya no es una enfermedad, ni un problema. La urticaria autoinmune que tengo desde hace años, que se va y que vuelve, que me extraña siempre y seguro por eso vuelve a mis brazos, piernas y demás lugares de mi cuerpo donde habita cuando tiene ganas, es parte de mi vida. Lo asumo. Y desde hoy, íntimos, la llamo Urti.

Como de costumbre, Urti volvió hace un tiempito. No molesta mucho, pero encontró un par de rinconcitos para joderme por las noches o algunas tardes, donde mis uñas masacran la piel en busca del regocijante placer de rascar y rascar.

Aproximadamente un mes atrás, fui a visitar a mi médico clínico, el doctor I, un señor mayor amante de las charlas con sus pacientes, de las anécdotas e historias de vida más que de los remedios. Por eso lo banco. Porque prefiere decirme "tranquilo, Jota, bajá la tensión" antes que "tomate esto y vení a verme en quince días".

La verdad, esta última vez no tenía un motivo específico para verlo. Fui por rutina, porque quería encargar unos análisis completos que hace años no me hago. Pero, es cierto, justo tenía a Urti conmigo. Y aproveché para mostrársela.

El doctor I me contó una historieta muy simpática de Noé, su arca, los animales y otros bichos, y de un pobre europeíto perdido y triste que se sentía y lo hacían sentirse diferente porque no tenía compañía. Vaya manera, doctor I, de decirme que mi urticaria se debe a mi soltería. Pero en fin... De cualquier manera me sugirió ir a ver a un dermatólogo, uno más, pero de su confianza.

(y con todo eso me olvidé de decirle que quería hacerme estudios)

Esta semana fui al dermatólogo. Me olvidé todos los estudios que tenía preparados para llevar y que durante años fui recopilando en mis visitas médicas a alergistas, dermatólogos, clínicos, homeópatas y psicópatas. Pero lo primero que me dijo el nuevo doc, luego de que yo le contara de qué se trataba, me hizo recordar este post. Y también éste.

-El tratamiento que se aplica a la urticaria autoinmune es con Sandimmun neoral, un inmunosupresor -me dijo el doc.
-...
-Es lo único que puede funcionar. Fijate que ni te nombro los antihistamínicos...
-No, ya sé... Ya los probé todos. El tema es que el Sandimmun sale más de 1.000 pesos con el descuento de la obra social... Ya me lo recetaron, no lo pienso tomar. Por esa plata me compro un buen rasca rasca de goma o le pago a alguien para que me sople para aliviarme...
-Ja... Bueno, mirá... Vos traeme los estudios, vemos qué dicen, yo si falta alguno te pido que te lo hagas y presento todo en tu obra social para que te cubra el 100%. O, como mínimo, el 70%.
-Ahora, dos preguntas...
-Decime.
-Por qué corno sale esta urticaria? No nací así, me empezó hace tres años.
-Mirá, no tiene un porqué. En algunos casos tiene que ver con cuestiones emocionales o de tensión, sale después de un hecho conflictivo.
-...
-...
-Este es el caso... Te lo aseguro.
-Claro, entiendo... Y la otra pregunta?
-El remedio tiene efectos adversos, contraindicaciones, algo malo? Porque me dijeron que sí.
-Todos. Tiene todos los efectos adversos cuando los tomás en altas dosis. Digamos, cuando te hacen un transplante, tomás esto. Pero vos no vas a tomar una dosis alta. Y vas a estar controlado.
-Mucho tiempo?
-Normalmente, unos seis meses.
-...
-...
-...
-Traeme los estudios y vemos.
-Bueno... vemos.

No sé qué hacer. No es que no te quiera, Urti. No sos vos... soy yo. Prefiero estar solo... Pero todo tiene un precio.

10/9/09

Fiesta Mundial

Si Argentina no se clasifica al Mundial, se impone la fiesta de Manual de Perdedores.

Ustedes elijan qué prefieren: ganar y al Mundial o perder y fiesta?


Qué dilema...

9/9/09

Numeradas (I)

I.
Ella me dice que no, que no le pasa, que no lo siente, que no le sale, que... Bueno, que las cosas se dan naturalmente. Y me parece bien. Y al poco tiempo me voy de viaje, y la saludo, le digo chau, suerte, nos vemos a la vuelta. Y me escribe chau, Joti, te voy a extrañar. Conectate y mandame mails para que no te extrañe tanto. Y en ese momento dejo de entender su naturalidad.

II.
Ella, que es otra Ella, me da menos años, me dice que estoy muy bien. Me abraza antes de la despedida a pesar de casi no conocernos. A mi vuelta se me pega como abrojo en determinadas situaciones laborales. Y me manda mensajes de texto. Me llama con variadas excusas de trabajo. Un día le pregunto si salía, me dice que no. Otro día le reprocho: hay que hacer algo, no puede ser que ningún viernes salgas. Algo tenemos que hacer. Y ella hace, claro. Me dice que hace, pero que eso no es salir: se queda viendo una película con el novio. Que no soy yo, claro.

III.
Ella, la primera Ella, desaparece mientras estoy de viaje. No se conecta, no me escribe, no me responde a pesar de mis intentos por mantener el vínculo a la distancia. Pero un día vuelvo, y quiero verla. Pero no, siempre hay excusas, y vuelvo a no entender eso de 'te voy a extrañar'. Ni por qué lo dijo.

IV.
Ella, la primera, y ella, la segunda, se parecen mucho a ella, a Pequeña P, pero son otro tipo de Ella enmarcadas bajo el mismo vicio histérico. Creo que ése es el problema. En mi vida son un vicio más.

7/9/09

Sueños

Hay quienes nacen con ideas grandes. Ganadores. Los que sueñan con ser presidentes, superhéroes para salvar el mundo, médicos para curar a la gente, policías para atrapar ladrones.

Están los que quieren manejar un submarino o un avión, los que fantasean con tener un barco y muchas chicas, los que se imaginan dueños de boliches, bares o restaurantes, empresarios famosos.

Y está Jota. O Jotita. Que cuando tenía seis o siete años iba en un taxi con su mamá y...
-Ma... Sabés lo que quiero ser cuando sea grande?
-Sí, bombero.
-No, ya no quiero ser más bombero.
-Y qué querés ser cuando seas grande?
-Taxista!

El taxista miró primero por el espejito, después dejó de fijar la vista en la calle y se dio vuelta, la cara llena de decepción y fatiga, para cerrar la conversación:
-Nene, yo soy ingeniero... Y quería trabajar de ingeniero, eh!

4/9/09

Propiedad Horizontal (II)

A ver cuánto conocés a Jota? Si encontrás todas las respuestas -todas están en el blog, así que los jotólogos deberían saberlas, y si no habrá que buscar- te ganás un... Bueno, no sé qué te ganás, pero después vemos.




Ayudines:
1. En qué mes del año Jota se probó, por error (obvio!), un pantalón de mujer?
2. A qué ciudad debía viajar Jota, en Canadá, cuando el tren se demoró más que nunca?
3. Después del ateneo homeopático, qué remedio le dieron para tomar por su urticaria?
4. Cuál es el nombre de la compañera de Jota en su trabajo de los sábados a la mañana?
5. Así les llaman a los botines en Lima.
6. País al que Jota viajó dos veces este año.
7. Golosina que la histérica Pequeña P le pidió a Jota.
8. Apellido de Princesa.
9. Lo que le salió a Jota estando de viaje (y que le dolió mucho por un par de días).

And the winner issss: Flori! Puso, bien, estos resultados:

3/9/09

Ver(ificar) o no ver(ificar)

Un día, hace poco más de un mes, hice un post divino: ESTE.

Pero nadie me dio bola, claro. Entonces, ahora les voy a contar un secreto: el que no saca la verificación de palabra de comentarios de su blog, va a tener horribles pesadillas, se le va a caer el pelo, le va a agarrar cagadera una o dos veces por mes y va a estar más expuesto que nadie a agarrarse la gripe AH1N1, el dengue, la gonorrea y la urticaria crónica que sufro desde hace años. Esto sin contar los tropiezos por la calle, la pérdida del trabajo, las infidelidades de la novia o novio y el notición de que, en realidad, la vida es un gran The Truman Show.

Es posta, eh. Me lo contó un tipo de la CIA que es integrante del comité de calentamiento global del Facebok.

Así que no jodan. Saquen la verificación de palabra.

1/9/09

Horóscopo perdedor de septiembre

Aries: la comida macrobiótica puede ser una buena solución a tus problemas. La alimentación balanceada es la clave. La otra opción: una mudanza (mínimo, a 600 kilómetros). Amor: pésimo.
Tauro: no tientes a los depravados, esa minifalda es demasiado mini y muy poco falda. Y el pantalón blanco transparenta, no abuses. Un jean, remerita, musculosa, algo tranquilo y vas a conseguir lo que buscás sin violencia.
Géminis: análisis clínicos van a poder prevenir lo que te va a suceder a fin de año. Adelantate a la crisis, lo tuyo es evitable. Si jugás al fútbol, dejalo. Una rotura está cerca (o, mínimo, un esguince). Recomendación del mes: reponer ibuprofeno (o ibuevanol). Va a hacer falta.
Cáncer: recibirás una propuesta indecente. No la aceptes, es, justamente, indecente. Si la aceptás, después no te quejes. Amor: sólo propuestas indecentes. Trabajo: buscate uno más decente.
Leo: el amor está a la vuelta de la esquina. La clave es encontrar en qué esquina de tu ciudad se encuentra ese amor. Probá con las que están cerca; si no, a pasear. No te confíes del veranito: te va a agarrar una tormenta.
Virgo: un familiar o amigo cercano te hará una sorpresa que te dejará con la boca abierta. Hablando de boca abierta, una visita al odontólogo te vendría bien. Tenés caries.
Libra: el escote te queda lindo, sí, pero es necesario? Si querés que se fijen en tu interior, tapate un poco. Salud: problemas en la espalda. Recomendación del mes: más masajes, menos mensajes de texto.
Escorpio: es hora de abandonar el chat, el facebook, la computadora en general. Hay que salir al mundo exterior, relacionarse. Estás al borde del colapso nervioso. Yo te avisé.
Sagitario: problemas edilicios no te dejan en paz. Habrá caños rotos, inconvenientes con la electricidad o crisis con los vecinos. La esperanza no es mudarse (ni matar a los vecinos), sino relajarse. Amor: otra vez sopa.
Capricornio: alergias. La llegada de la primavera se viene con todo. Comprá pañuelos de papel y loratadina, o acudí al homeópata de confianza. En el trabajo vendrán días buenos. Dos o tres. El resto, lo de siempre: flojo.
Acuario: si te piden plata por la calle, una monedita, un chicle, un cigarrillo, dáselo. Es eso o una golpiza. Trabajo: esa gran oferta que esperás, no va a llegar. Seguí participando. Amor: tal vez, sólo tal vez, aparezca algo para pasar el rato.
Piscis: la cuenta del celular te va a poner los pelos de punta, y la burocracia de tu empresa de telefonía les va a sacar canas a esos pelos de punta. Sorpresa: papelones en plena calle o con desconocidos. Salud: pésima.

Fuente: HoJota*


*Grupo de especialistas en futurología bautizado como Horóscopos Jota, integrado por dos astrólogos, una terapeuta, un crupier, un librero del Parque Rivadavia, una de las bailarinas de Marcelo Tinelli y dos eunucos con poderes sobrenaturales.
*El porcentaje de probabilidades de error, esta vez, es de 16,88%.

31/8/09

La marcha de los bronquios

El inicio de 2006 me encontró terminando de pasar un problema bronquial, que había aparecido así como así varios meses antes para molestar durante un tiempo.

Todo comenzó con una bronquitis clásica. Al mes, reapareció. Pero no se fue. Siguieron broncoespasmos, pequeños ataques de asma...

Y el Ventolin, y los corticoides y todas esas cosas.

Hasta que me recomendaron ir a ver a un alergista.
-Para qué, si yo no soy alérgico? -pregunté.

Pero fui.

Con él empecé un tratamiento que consistía, apenas, en aplicarme una vez por día el Seretide (un broncodilatador con corticoides) y visitar su consultorio para nebulizarme una o dos veces por semana. Esto último sólo tenía un sentido: pasar mi tarjetita de obra social para que él cobrara la consulta.

Pero no me negué.

Me quedaba lejos (el buen hombre tenía su consultorio en Barrio Norte), pero allí iba dos veces por semana, generalmente, a horas del mediodía.

Uno de esos mediodías llegué con mis bronquios más cargados que otras veces, tal vez producto de una larga caminata por Av. Santa Fe para buscar un cajero que tuviera efectivo. No me lo olvido: saqué trescientos pesos para pagar las expensas, impuestos, celular y quedarme con plata para ese fin de semana.

Llegué al consultorio y, en un salón 'comunitario' en el que el médico atendía a varios pacientes juntos, estábamos dos señoras muy mayores, el médico y yo, que ya había hablado de mis dificultades respiratorias del día.

Mientras esperaba mi turno para nebulizarme, charlaba con el médico, con las señoras. Hasta que de pronto entró la secretaria:
-Doctor, hay un señor, el señor González, que dice que necesita verlo.
-González? -respondió el doctor- No conozco a ningún González. Que te diga qué...

El médico no había terminado la frase cuando por la puerta de servicio que daba a ese consultorio comunitario apareció un hombre de metro noventa y pico con un arma en la mano y cara de pocos amigos.
-Bueno, tranquilos, tranquilos, no les va a pasar nada...
-... (el doctor)
-... (la secretaria)
-Ay Dios mío! (una vieja)
-Ay mi nietito que está en la recepción! (otra vieja)
-... (yo, aunque pensaba claramente en 'la puta madre')

Me paré de golpe, levanté las manos y me puse contra la pared como si me fuera a palpar de almas un Policía.

Fui el único que hizo eso.

El grandulón guardó el arma y nos separó a todos en diferentes extremos del mismo salón. Cortó el cable del teléfono. Le pidió al médico la plata. El médico le ordenó a la secretaria que trajera la plata.
-No manejamos mucha plata... Tenemos cheques, pero casi todos pasan su credencial -se justificó.
-A ver... -devolvió el señor ladrón- Entonces ustedes, vacíen las carteras. Vos, dame la plata.

Saqué la billetera: mis trescientos pesos brillaban y la cara de Roca en uno de ellos me hizo un triste guiño de despedida.
-Llevate lo que quieras, pero por favor, dejame el documento -rogué.
-A ver... Sí, quedate todo. Dame la plata... No, las monedas no, si no cómo vas a volver a tu casa? Tenés reloj?
-No.
-Celular?
-Sí, tomá...
-No, no, quedátelo.

(Entonces entendí los beneficios de haber comprado el celular más barato del mercado)

Empecé a agitarme cuando, de pronto, entró otro señor ladrón, de unos 18, 19 años. Al grandote le decía tío. Yo transpiraba.

El grandote se fue de la sala y el joven ladrón quedó a nuestro cuidado.
-Mi nietito, mi nietito -sufría una de las señoras.
-El chico que está en la recepción? -consultó el joven ladrón- Tranquila, señora, no se enteró de nada. Está ahí mirando unas revistas... Y a vos qué te pasa?

Yo estaba agitado. Se me notaba en la respiración. Sudaba. Estaba pálido.
-Tranquilo, Jota, no pasa nada, quieren plata y ya se van -intentó tranquilizarme el médico.
-Sí, Jota, tranquilo, si no hacen ninguna locura nos vamos en cinco minutos. Sentate... Querés un vaso de agua? Estás blanco, loco, estás blanco -intentó tranquilizarme el joven ladrón.

Me senté. Los minutos pasaron lentamente, me parecían décadas. Me sentí anciano, tal vez el marido de una de esas señoronas.

-Vamos -anunció el grandulón, entrando otra vez por la puerta-. Ya llegó el auto. Y ustedes quédense acá cinco minutos antes de salir, ni se les ocurra hacer nada.

Se fueron, entró el nietito de la señora, que ya estaba llorando. El médico chequeó por la ventana que ya no estuvieran en la puerta de calle. Volvió al salón, nos preguntó a todos cómo estábamos. Pensé unos segundos y dije:
-La verdad? Se me pasó el broncoespasmo... Me siento mejor.
-Sí... Es la adrenalina. Genera eso -respondió el médico.

Me fui del consultorio con un pánico atroz de cruzarme con ese grandulón alguna otra vez en mi vida. Y me fui sin broncoespasmos. De hecho, no volvieron a aparecer. Y no volví nunca más a ver al médico. Mi última consulta, de trescientos pesos bien invertidos en el señor ladrón, terminó de curar mis problemas respiratorios.

28/8/09

Los juegos de Jota

Como siempre, una imagen, un acertijo, una respuesta: cuál es?

No es tan fácil como el de la semana pasada, pero sigue siendo fácil... Hay que haber visto al protagonista en algún programa deportivo y estar más o menos al tanto de las noticias... (más ayuda no puedo dar).

Exitos!




(pronto, la solución entre los comentarios)

26/8/09

Deporte

Me decidí: hay un nuevo Jota.

Y el nuevo Jota tiene una vida más activa. Desde este lunes (el que pasó), me levanto cada mañana tempranito para ir al parque a hacer ejercicio.

Unas vueltas, elongar, otras vueltas, elongar, unos minutos al sol y a casa, para arrancar el día.

Hoy fue un día más. Al parque, unas vueltas, elongar, más vueltas, elongar. Pero mucho sol no había. Así que me volví más temprano.

Al llegar a la puerta del edificio me encontré con Benito, el encargado, que me miraba sonriente, como nunca, pero con una sonrisa que denotaba sarcasmo más que alegría. Lo saludé:
-Cómo andás, Benito?
-Bien, Jota...
-Qué pasa?
-...
-No anda el ascensor???
-No, se acaba de cortar la luz.
-La puta madre! Estoy meado por un elefante persa con sistitis!
-Vos no querías hacer ejercicio? Je...

Sí, pero no subir 15 pisos por escalera. Al octavo (128 escalones) tuve que parar. Al undécimo casi me muero. Al llegar a mi departamento, después de haber andado 240 escalones, me dolía todo, todo, todo.

Jadeaba.

Entré a casa, me saqué la remera, tomé agua de la botella, me saqué las zapatillas y me tiré en la cama. Ahí nomás escuché un par de sonidos de 'bip' y 'tirirín' y 'cluik':

ya había vuelto la luz.

23/8/09

Aye(r) nomás

Los sábados son días largos, agotadores. Pero no siempre me pasa lo que me pasó ayer. Para nada.

Como siempre, terminé de trabajar a la 1 del mediodía para ir... a mi otro trabajo. Estaba con Aye, mi compañera laboral de los sábados a la mañana. Nos tomamos el subte C (como siempre, ella tenía crédito en la subte pass sólo para ella, así que fui a por mi ticket) y nos pusimos a charlar. Al llegar a mi estación, que yo no sabía que era mi estación, ella me advirtió:
-Vos no te tenés que bajar acá?
-Uh...

Y salió el tren.

Nos bajamos en la siguiente. Subimos la escalerita mecánica y...
-Uh, no hay escalera para bajar y volver la estación que me pasé.
-Vas a tener que pagar.
-Mierda.
-O salí y tomate el bondi...
-Sí, mejor.

Salimos. Estación Florida.
-Qué te tomás? -me preguntó Aye.
-El 70, en Suipacha.
-Ah, bueno, te acompaño una cuadra.

Caminamos una cuadra, llegamos a la esquina, miré:
-Ahí está la parada -dije.

Nos despedimos. Crucé Corrientes, había una parada que no tenía el 70 sino otros numeritos. A la otra, más adelante, le faltaba el cartel que indicaba qué parada era. Era sólo un caño azul.
-Debe ser acá -pensé.

Y esperé.

Y esperé.

Y esperé.

Y vi cómo pasaban muchos colectivos que no eran de la línea 70.

Y esperé.

Y esperé.

Y esperé.

Se me hacía tarde. Tenía que comer, en el trabajo, antes de salir a trabajar en la calle. Habían pasado 25 minutos.

Y me tomé un taxi.

-Hola, qué tal. Vamos derecho por acá, por Tacuarí, para el lado de Barracas.
-Doblamos en Garay, entonces.
-No, no, derecho. Esta, después de Rivadavia, se hace Tacuarí.
-No, Suipacha se hace Tacuarí.
-Esta es Suipacha...
-No, ésta es Maipú!

Lógico: estuve 25 minutos esperando un colectivo que pasa por otra calle.

Y me tuve que tomar un taxi.

A la tarde la llamé a Aye.
-No sabés lo que me pasó... Soy un boludo...

Y le conté.
-(risas de ella)
-...
-(risas de ella)
-...
-(más risas de ella)
-Bueno, basta...
-Es que me alegraste el día, Jotita...


No entiendo cómo la gente se alegra de la desgracia ajena...

21/8/09

Los juegos de Jota

Una imagen, un acertijo, una respuesta.

Quién se anima?
Es fácil...

Si lo sabe, cante...



(la solución, en unos días dentro de los comentarios)

19/8/09

Devedé

Tengo compulsión por ciertas cosas:
-Las cosas dulces: puedo comerme doce Havannets o alfajores como quien toma un vasito de agua, o acabarme un pote de medio kilo de dulce de leche Chimbote directamente del tarro y con cucharita, en cuestión de minutos. O destrozar una caja de Bon o Bon. O clavarme una bolsa de anillitos de miel (ya sean los Honey Nutos de Kellogs o los sueltos de la dietética). Y así en general con las cosas dulces. Algunos les llaman atracones...
-Los libros: no logro entrar a una librería sin comprar. No puedo ir a ver. Ni siquiera ir a comprar para otro. Cada vez que entro, me compro no un libro, sino dos, tres o cuatro. Mi biblioteca tiene alrededor de 50 libros sin leerse, porque nunca logro bajar la cantidad: siempre encuentro uno nuevo. La semana pasada, cumple de mamá, fui a comprarle dos libros y, de paso, me compré dos para mí... Y no es que lea tanto. Compro mucho más de lo que soy capaz de leer.
-Las series y películas en DVD. Tengo los cajones y estantes rebosando de sobrecitos de papel con dvd, cajas de plástico llenas o por llenar, etiquetas para -casualmente- etiquetar cada una de las cajitas con el nombre de la película o serie...

Y ustedes se preguntarán qué tiene esto de extraño. Lógico. Todos tenemos alguna locura. El que sea cuerdo que se tire primero al río, no? El tema pasa por otro lado. No, no pasa porque yo tengo tres locuras. Por ooootro lado. Con todo tengo problemas. Ya hablé, hace no mucho, de mi mala suerte con la gula. Y mucho tiempo atrás, de mis inconvenientes con los libros en mal estado.

Ahora es el turno de los dvd...

Cuando estuve en Perú, fui a un lugar que se llama Polvos Azules. Es como un megashopping (bueno, no tan mega) de cosas truchas. Hay ropa, zapatos/zapatillas, electrónicos, chucherías y gran cantidad de puestitos de venta de dvd, a pocos soles cada uno. Daba, realmente, para comprarse todo, pero apelé a la calma y después de pasear un rato enfilé hacia la salida con la plata que había llevado intacta.

Antes de poner un pie en la escalera, miré hacia la derecha y ahí la vi, ahí estaba mirándome, diciéndome 'ven, Jotita, ven, llévame contigo':



Lo que estaba buscando desde hacía años! Cuando era chico había visto esta serie, V Invasión extraterrestre (con Donovan, Julie, Tyler, la malvada Diana y el lagarto Martin que se hizo bueno), y siempre la había buscado para intentar comprarla completa. Sin éxito, claro (un resumen de mi vida, la falta de éxito). Sólo había conseguido algunas partes, y las había prestado (sin éxito en su devolución).

Pero la vi. Abrí grande los ojos y fui hasta el mostrador:
-Esto, cuánto sale esto -señalé.
-Qué?
-Esta serie. "Ve", la tienen?
-"Vi"? Sí, son once discos.
-Cuánto, cuánto!
-Veintiocho soles.
-Y se ve bien? Es de buena calidad?
-Claro, muy buena.
-Los quiero todos. Me los llevo.

Me fui feliz, con mi bolsita y las once cajitas con la V en su portada. Era feliz.

Llegué a Buenos Aires y lo primero que hice en mi primer día libre fue darme una panzada con esa vieja serie, que ya no me parecía tan brillante y a la cual los efectos especiales le daban un aire berreta.

Vi el primer dvd.
Vi el segundo dvd.
Puse el tercer dvd...
Otra vez?
El tercer dvd era igual al primero.
Y el cuarto, igual al segundo.

"No me importa", dije, positivo: "Voy a seguir. Veamos el quinto".

Y nada.

Nada.

No anda. Se traba, no avanza, se congelan las imágenes.

Maldije a Polvos Azules, ni quise probar los otros cinco discos porque ya sé la suerte que me espera, y retomé el vicio con mi vieja fórmula: una web en la que puedo comprar dvd por Internet y me los traen a casa.

Cinco pelis, la primera temporada de Grey's Anatomy y la primera, también, de Dr. House.

Y empecé a ver House. Y empecé a coparme. Esta imagen comenzó a serme habitual.



Me vi el primer dvd. Y el segundo. Y el tercero.

Y al poner el cuarto...

Otra vez? No es posible...

El cuarto era igual al segundo. El quinto, igual al tercero. El sexto era el sexto. Me faltaban dos dvd. Ocho capítulos.

Insulté. Me insulté por no chequearlo al momento. Y empecé a buscar los capítulos en la web, para bajármelos. Y me los bajé. Y comprobé otra cosa: el que vi como segundo dvd, en realidad es el cuarto; el que vi como tercero, es el quinto. No faltan el cuarto y quinto sino el segundo y el tercero. Me adelanté. Y entendí por qué, a pesar de gustarme mucho la serie, no entendía un montón de cosas.


Y a propósito, alguien quiere los discos cuatro y cinco de House y los dos y tres de Invasión Extraterrestre? Se los vendo...

17/8/09

Esa maldita rodilla

Domingo a la noche. Amigos. Seis en total, contándome.

Póker? No. "Jueguen ustedes, a mí no me gusta jugar por plata", dice Rami.
Descartado el póker.
TEG? "Yo me quiero ir a dormir temprano", dice el Negro.
Descartado el TEG.
Tute? "No sé jugar", dice Diego.
Descartado el tute.
Truco? "Vamos".

Jugamos. Pablo, el Negro y yo estamos ganando. Probablemente ganemos.

Estoy cansado. Tengo algo de sueño. Fiaca. Modorra.

Me estiro en la silla, la pierna izquierda -recta- se me dobla un poco hacia abajo. Siento un 'crack'.

-Ay! Ay! La puta madre! -me quejo a los gritos, 23 de envido en la mano.
-Qué te pasa? -pregunta Tele.
-Ay! Ay! La puta madre! -respondo.
-Qué te pasa, boludo? -se mete el Negro
-La rodilla, la rodilla!
-Qué pasa?
-Me rompí la rodilla!
-Eh?
-Sí, me estaba estirando y sentí un ruido... Ay, no puedo pisar! Ay!

No hace falta que lo diga: Tele, el Negro, Pablo, Ramiro y Diego se descostillaban de la risa, se morían. Tele estaba rosa, o bordó, no podía parar. Yo sufría del dolor. Al Negro le salía humo por la boca.

-Pará, explicame... Cómo te doblaste la rodilla estando sentado? -me preguntó uno.
-No sé, me doblé... Boludo, me duele en serio... Ay! -me frotaba con las manos, dándome calor en la zona.

Me quise parar, pero me dio un puntazo en la rodilla izquierda.
-Es... Es como que se me salió de lugar. Creo que me rompí los meniscos -dije.
-(risas)
-No se rían, boludos. Me llevan al San Camilo?
-(risas)
-Son unos boludos.

No me llevaron al sanatorio. Ganamos la partida de truco. En el descanso, antes de la revancha (por el doble de plata), moví un poco la pierna y, parece, la rodilla se acomodó. Dejó de doler.

-Uh, genial! Ya no me duele más!
-(risas)

Recordé, entonces, cuando me desgarré atajando... Romperme los meniscos sentado ya era demasiado.

Pero aunque dejó de molestarme la rodilla, creo que eso me desconcentró: perdimos la segunda partida. Tuvimos que pagar. Los ganadores no aceptaron jugar el bueno. Maricones.

Nos fuimos. Pablo me trajo a casa.

Ascensor. Un piso inevitable por escalera.

Ultimo escalón: saltito.

-Ay! La puta madre!

2.44am

Me duele la rodilla

14/8/09

Son perdedores (XII)

-Los que tienen blog con moderación de comentarios.
-Los que tienen blog y no permiten comentarios anónimos.
-Los que tienen blog y siguen teniendo (a pesar de mis advertencias de graves problemas con El Hombre de la Bolsa) la verificación de palabra de comentarios.
-Los que comentan diciendo 'me encantó tu blog! pasate por el mío' y si hacés una breve recorrida por otros blogs amigos, a todos les firmaron lo mismo (me rompe el corazón no ser el único).
-Los que escriben cosas como Lol o por el estilo (primero, explíquenme qué significa Lol).
-Los que escriben 'q' y 'ke' en lugar de 'que'.
-Los que no son seguidores de este blog (bueno, algunos seguidores también...).
-Los que tienen un blog, como yo, y en su lista de 'comentaristas top' no están primeros. Cómo es posible que haya gente que comente más que yo en mi propio blog???? (ver listita de la izquierda)

12/8/09

La plata hace la felicidad

La suerte, dicen, es grela. Pero no siempre.

Hoy tuve uno de esos días... raros. Días Jota. Claramente, un día Jota.

Económicamente no puedo decir que pase por un momento brillante. Entonces, a días de que se me debite lo que gasté con la tarjeta de crédito (gastos que hice con la tarjeta porque, obviamente, ya no tenía efectivo; es una rueda imposible de detener), decidí sacar algo de mis ahorritos para cubrirme en el banco. Fui a mi banco. Ventanilla:
-Hola señor, quiero depositar esta plata en mi cuenta.
-Documento?

Le dicté mi número, verificó mi nombre, me preguntó si quería depositar todo o quedarme con algo de cambio, hizo unos tiki tiki en la computadora, sacó un recibo, lo selló y me lo devolvió.

Y me fui.

Pasé por casa, fui a una librería, le compré dos libros a mamá que cumplió años -obviamente, los pagué con tarjeta, así que el mes que viene tendré otra vez la bola de nieve- y me fui a almorzar con ella. Le gustaron los libros, comí con ella, me fui para el trabajo y recordé, antes de entrar, que no tenía plata (porque no acepté quedarme con algo de cambio cuando hice el depósito).

Entoces pasé por el cajero:
-Puse la tarjeta
-Marqué el código
-Click en extracciones
-Click en pesos
-Click en el importe
-Click en el comprobante
-Todo okey, salió la plata, la conté, agarré el ticket y...

Esto decía mi ticket:



No hay fotomontaje. No hay Photoshop. El ticket, el comprobante, decía claramente que en mi cuenta había 15.625 pesos con 82 centavos!!!

No hace falta decirlo: jamás en mi perra vida tuve tanta plata en la cuenta, ni en la mano, ni cuando era chico y jugaba al Estanciero.

Rápidamente pensé en las dos posibilidades:
1) el cajero del banco se equivocó y apretó algún número de más y... y bueno, soy rico!!!
2) me echaron del trabajo y me pagaron eso de indemnización...

Me alegré. Me asusté. Me preocupé.

Y si es plata del narcotráfico y mañana me vienen a buscar para meterme en cana?

Y si es un error del cajero, la tengo que devolver?

Y si me echaron... no tenían que mandarme un telegrama de despido?

Con todas esas dudas, volví a poner la tarjeta, a marcar el código y a pedir un resumen de los últimos movimientos de cuenta, para verificar de dónde había salido toda esa plata.

Mi ticket imprimió. Y ahí entendí todo.

El segundo ticket que salió decía la verdad: que en mi cuenta no tengo ni el 10% de los 15.000.

Al minuto salió un tercer ticket: el de los últimos movimientos.

Durante cinco minutos estuve alegrándome, entristeciéndome y preocupándome por un ticket que no era mío, que había quedado de alguien que no lo sacó. Y que -hablo por mi economía, al menos- tiene mucha plata...

Debe ser feliz.

11/8/09

Pasamanos

El Día del Niño me trajo recuerdos a montones. Uno de ellos me remonta muuuuchos años atrás. Yo era, claro, un niño.

Debía tener no más de once años. Por entonces yo iba a un club que quedaba bien lejos de mi casa, en Villa Lynch. Tenía que tomarme dos colectivos (84 y 190) para llegar e iba dos veces por semana a entrenar básquet, los sábados a pasar el día y los domingos a la mañana a jugar el partido. El resto del domingo, a veces, lo pasábamos en familia en otro club. Pero varios de mis amigos lo disfrutaban juntos: sus padres tenían o compartían casa en un country que quedaba, si no me equivoco, cerca de Luján.

A veces mis amiguitos me invitaban. Y yo iba. Y la pasaba bomba. Y pensaba en la suerte que tenían los otros chicos de poder estar todo el fin de semana juntos paveando ahí, yendo a la pileta, jugando a la pelota, comiendo asados, siempre juntos.

Una de esas tardes en las que fui invitado estábamos jugando en el pasamanos, que era algo así.

Mis amiguitos iban y venían, se tiraban, se trepaban, pasaban de caño a caño.

Yo no me animaba: lo veía difícil, peligroso, pensaba que no iba a poder llegar hasta el otro lado y que era alto como para caerse.

Pero me animé: me subí al escalón, me agarré del primer caño y avancé; dos, tres, cuatro...

Pánico.

Me paralicé. No me pude mover más. Me quedé ahí, agarrado en la mitad del pasamanos, las patitas colgadas, las lágrimas a punto de salir.
-Dale, Joti! Dale, seguí! -me decían los otros.
-No puedo! No puedo!
-Bueno, tirate!
-No, no! No puedo!
-Pero dale, Joti! Seguí, no pasa nada!
-No, no puedo!

Los chicos se miraron, preocupados. Unos salieron corriendo a buscar a 'algún grande' para que me viniera a rescatar. Se quedó otro, no recuerdo quién, que me alentaba a seguir.

Yo lloraba, todavía paralizado.

Pero cerré los ojos. Me puse firme. Me dije: "No podés ser tan perdedor". Y me propuse llegar hasta el final.

Abrí otra vez los ojos, avancé al siguiente caño, y al otro, y al otro, y... Me resbalé. Me caí. Aterricé en el piso. Obviamente no fue tan grave la caída, apenas un raspón.

Ya no lloraba.

Llegaron los otros chicos, algunos grandes, preocupados.

No había pasado nada. Ahí estaba yo: sano, salvo, apenas magullado, empezando a darme cuenta de que el resto de mi vida no sería nada fácil, y que las victorias las contaría con los dedos de las manos, las mismas manos que nunca pudieron llegar al final de un pasamanos.

9/8/09

Infancia

El problema del Día del Niño es que cuando sos niño querés ser grande y recibir regalos hasta te hace sentir infantil.

Pero cuando sos grande querés volver el tiempo atrás. Y recibir regalos.



(Cuando yo era un enano / Silvio Rodríguez)



Y feliz día para esos niños que andan por ahí. Perdedores o no.

6/8/09

Sudor

Después de vivir en el mismo departamento toda mi -por entonces- corta vida, cuando cumplí 18 decidimos (bah, yo en realidad no participé en la decisión) mudarnos.

No era lejos, pero era una diferencia: de un departamento confortable en un piso alto de un lindo edificio, a un departamento más grande y confortable en un primer piso de un edificio viejo.

A pesar del primer piso, era muy luminoso. Y tenía una ventaja: "Mirá -me señalaron-. Ese techo que se ve desde la ventana es un depósito de la fábrica de Domec; es histórica, una empresa grande, argentina. Nunca va a cerrar".

Duró algunos años. La cerraron. Vendieron el galpón. Y, obvio, empezaron a hacer un edificio. Al lado de casa. Pared con pared. Mi cuarto era, por caso, la medianera...

No vienen al caso mis peleas con los obreros para que me dejaran dormir a la mañana, o los gritos que les pegaba desde la ventana para que se pusieran a hablar en otro lugar y no justo a 20 centímetros de mi ventanita.

Mientras hacían el edificio, o cuando recién empezaban, pasó lo peor.

Era sábado. Salí con amigos. Llovía. A cántaros. Volví después de la 1. Y por debajo de la puerta de entrada al departamento salían torrentes de agua. "La boluda de mamá se olvidó la ventana abierta", pensé.

Abrí la puerta. Más agua. Venía de la cocina. Ya en la cocina, me di cuenta de que venía del lavadero (escaloncito arriba). Ya en el lavadero, me di cuenta de que venía de... la pared.

Caño roto?

No: la pared. La pared chorreaba agua. Sudaba. Caía a borbotones no desde un lugar, sino desde toda la pared. Toda.

No había nadie en casa. Y decidí organizarme: hice barricada en la puerta del lavadero para que no chorreara para la cocina y, menos, hacia el piso de madera del pasillo; sequé la cocina y el piso de madera que había sido tocado; agarré el balde y empecé a sacar agua del lavadero. Era mucha.

Eran las 4 de la mañana y yo seguía -solo- sacando agua, pensando cómo hacer para que dejara de salir agua de la pared. Imposible: seguía lloviendo. Mamá, que había ido a una fiesta, no atendía su celular.

A las 5 dejó de llover y comenzó a lloviznar. A las 5.30, yo ya muerto de sueño, la pared sudaba pero el agua se juntaba en un solo lugar: me las ingenié para que ese chorrito llegara a un balde, que se llenaba cada 25 minutos.

Y empecé a dormir cada 25 minutos, despertador, vaciar el balde, dormir, despertador, vaciar el balde, dormir, despertador, vaciar el balde, dormir, despertador, vaciar el balde. Estaba por enloquecer.

A las 8 llegó mamá: yo me pateaba las ojeras. La insulté, me quejé, me fui a dormir; dije que iba a poner una bomba en la obra. Falté al trabajo (sí, en esa época trabajaba los domingos). El lunes, mamá se quejó con la gente de la obra en construcción. La respuesta fue tan insólita como indignante:
-Lo que pasa, señora, es que picaron la pared para hacer la medianera, pero no llegaron a terminarla el viernes y bueno... no quedó impermeabilizada. Quedó así abierta el fin de semana. Llovió, no tenía protección y pasó lo que pasó. Pero no estaba pronosticado que lloviera.

Mamá casi lo mata.

Cuatro años después, la pared se secó completamente y, sí, quedó plana, blanca y radiante. Desde entonces, huyo de las obras en construcción. Odio toda remodelación. Odio a los obreros. Quiero dormir en paz!

5/8/09

Agradecimiento

Con afecto, cariño, casi diría que amor:

gracias, vecina, por remodelar su departamento, sí, ése, éste, el departamento lindante con el mío, pared con pared. Gracias por demoler cada uno de los azulejos de la cocina, por cambiar las cañerías, romper el suelo de parqué. Gracias, en serio, por los martillazos, agujereadoras y taladros que acompañan mi mañana. Cada mañana, desde ayer y hasta dentro de unos cuantos días.

Gracias!!

3/8/09

Cuántas minas que tengo!

Ahora sí.

Señoras, señores, niños, niñas, amigos, extras:

En un enorme esfuerzo de producción, y en este humilde pero emotivo acto, MdP! Producciones, a través de Jota Hesse, presenta su primer musical: Cuántas minas que tengo!

"Lamento no poder ofrecerles canapés, pero el presupuesto alcanzó justo para ponerle los créditos a la peli", explicó el productor general de la obra en la escueta ceremonia de presentación.

Y el video?
Acá ta!

(véanlo hasta el final, no sean vagos)


1/8/09

Horóscopo para agosto

Aries: tu novia es una perra, tu novio es un galán de cuarta. Dejalos y este mes vas a encontrar al amor de tu… de tu mes. Es algo. Salud: no te vas a agarrar la AH1N1. Tal vez sí algún virus menor que se irá a la semana.
Tauro: te van a robar. Cuidá tus pertenencias, relojeá siempre la cartera, porque te van a robar. No hay nada que hacerle. No planifiques tus vacaciones con mucha antelación: tu amiga, finalmente, no va a poder ir.
Géminis: agosto es el mes de los dolores de espalda para los geminianos. En el amor, habrá que perder la timidez como para encarar como corresponde. Pero no abuses de la confianza, se puede cansar. Comprá ese pantalón que viste. O la minifalda.
Cáncer: te entusiasmás con ideas locas que no llegarán a nada. Tu pareja te pide cosas nuevas y te lo tomás para la chacota: así no va. La vas a perder. Sorpresa: propuesta indecente.
Leo: volvé con la dieta, aunque no dejes de comer sano. Bajá las cantidades. Falta para el verano, pero si querés que te entre esa bikini no podés dejarlo para noviembre. Amor: te van a abandonar. Otra vez, sí. Otra vez.
Virgo: las ataduras del pasado fueron desatadas, pero vuelven con nudos más fuertes. No vas a poder zafar de ésta. Resignate. El amor es así (lo sé).
Libra: intolerancia, histeria, bronca, tensión. El té de tilo no te va a ayudar. Pensaste en arrancar o volver a terapia? Pensalo. Así no llegás a fin de año (o llegás completamente solo/a). Tu pasado te condena.
Escorpio: los cambios a tu alrededor te pueden provocar malestares internos que nada tienen que ver con la salud. O sí, la salud mental. Igual, por las dudas date la vacuna contra la gonorrea. Sorpresa: buen sexo! Ah, no, perdón... Buen sexo tendrá tu pareja, pero no con vos.
Sagitario: es momento de ponerse al frente de ese objetivo y dejar que los demás actúen por vos. Si no te resulta fácil, bueno, dejá que lo hagan los demás pero tratá de aparecer como el ideólogo. Amor: nada bueno.
Capricornio: recuperá tu espacio, tu costado de la cama. Hoy es una manito, mañana un abrazo, pasado te pega el culo y al mes te copó todo el rectángulo para dormir en diagonal. Sugerencia: caminatas para evitar el congelamiento de la sangre.
Acuario: no es una simple tos, pero tampoco la porcina. Al médico urgente, puede haber algún tumorcito en el pulmón. Amor: tal vez encuentres pareja en el sanatorio, durante la internación. Tratá de salir a tiempo para disfrutarlo.
Piscis: un buen chequeo no te vendría mal. Comprometete con las buenas causas y alejate de la droga. Hoy es un fasito, mañana un toque, pasado vendés merca y en dos años terminás en cana. Amor: recurrí a la experiencia (Jota tiene experiencia).

Fuente: HoJota*

*Grupo de especialistas en futurología bautizado como Horóscopos Jota, integrado por dos astrólogos, una terapeuta, un crupier, un librero del Parque Rivadavia, el psiquiatra de Martín Bossi y dos eunucos con poderes sobrenaturales.
*El porcentaje de probabilidades de error, esta vez, es de 34,6%.

30/7/09

Mensaje a la comunidad

Hola, soy Jota Hesse, primo de Troy McClure. Ustedes me recordarán por entradas como Feliz día, mamá, o Analízame, o Huevo(n), o Nobleza obliga, o incluso por la ya legendaria Un viaje de ida.

Pues bien, en este caso no voy a hablar de mí, sino de un montón de perdedores que se encuentran en la blógsfera. Voy a hablar de los perdedores que aún no se deshicieron de la verificación de palabra.

De qué?

De esto:



Les cuento, amigos. La verificación de palabra no sirve para nada. Alguien que prendió la computadora, sabe usar Internet, entra a un blog y piensa en comentar, no merece tener que poner cinco o seis letritas para poder ver reflejada su obra entre los comentarios ajenos. No es justo.

Saben cuánto tiempo pierde uno poniendo la verificacion?

Piensen: uno comenta lo más campante (una palabra nueva), está chocho con lo que acaba de escribir y cuando pone 'comentar' le salta esa pantallita con las letras. Se me van las ganas! De esta manera, uno ocupa hasta 20 segundos, siempre y cuando no se equivoque (porque a los perdedores nos pasa) y tengamos que volver a verificar. Si quiero comentar 20 blogs por día, saben el tiempo que es? Lo saben??

Yo no, no quiero hacer la cuenta, pero háganla, háganla!

No quiero volver a ver una verificación de palabra en un blog amigo o enemigo.

Es tan simple y claro como esto.

1) Van a Personalizar el blog, Configuración y aprietan en la pestañita de "Comentarios". Esta...




2) Buscan y buscan hasta que encuentran esa pregunta clave para la vida humana. "Mostrar verificación de la palabra para comentario?". Click en "no". Y listo!!!!




También pueden tener valor y bancarse todas las que vengan al no moderar los comentarios, pero no lo veo tan grave. Ahí el tiempo lo pierden los demás.

Así las cosas, les digo, les cuento, les afirmo:

Son perdedores todos aquéllos que tengan la verificación de la palabra para comentarios. Y no pienso comentarles más a esos perdedores que me hacen perder el tiempo...




Fue un mensaje de Jota Hesse para la comunidad

29/7/09

Buscando

Hace 40 minutos que estoy dando vueltas por mi casa, levantando almohadones, revisando bolsillos, hurgando en los tachos y tachitos de basura.

No tengo hambre ni busco migajas.

Simplemente estoy tratando de encontrar las llaves para salir de casa. En media hora tengo que estar en otro lado. Siempre las dejo puestas, pero hoy no están. Y la puerta está cerrada.

Los dejo, estoy apurado. Después les cuento...

PM!*


Actualizado: listo, las encontré. Me tuve que tomar un taxi (17 pesos), llegué tarde adonde tenía que llegar, se redujo el tiempo que tenía que estar y me tuve que volver en taxi (16 pesos) a casa porque me había olvidado la billetera y el celular... Un gran día!!


*Puta Madre!

27/7/09

Son perdedores (XI)

-Los que cuando lo saludan responden "y... con frío"
-Los que hablan todo el día de la temperatura
-Los que esperan una nevada para salir a sacar fotos
-Los que disfrutan del invierno
-Las que usan polainas
-Los que usan gorritos con orejeras
-Los que consiguen pareja ahora sólo para no pasar frío
-Los que no consiguen pareja incluso cuando quieran no pasar frío...

25/7/09

Amiblogs

Como les dije hace dos entradas y les recuerdo en esta imagen...


Hoy es el Día del Amiblog porque yo lo decidí!!!

Feliz día, Amiblogs!!!

Para homenajearlos, le pedí prestado un tema a El Fan de Diego de la Fuente, que es el fan de Diego de la Fuente, el de Fumado, del diario de Lanata ya sin Lanata.

En fin, el tema me gustó. Se los regalo.

Que disfruten de su día.

J



Amiblogs

No importa el lugar
el blog es siempre igual
no importa si es de losers
o de la familia K

No importa cuánto hay
en tus visitas hoy
sin nada hemos venido
y nos iremos igual

Pero siempre estarán en mí
esos amiblogs buenos
que webeamos sin saber...

Que un amiblog vio la luz
y Sueiro la fue a apagar
siempre serás mi amiblog
si no me tratas mal



No importa dónde estás
si en Lima o Uruguay
la vida es un amiblog
un amiblog para andar

Si hay algo que esconder
o hay algo que escribir
siempre será un amiblog
el primero en saber

Porque siempre estará Rozín
ese gordito bueno
que no tiene na' que ver...

Y un amiblog vio la luz
y Sueiro la fue a apagar
siempre serás mi amiblog
si no me tratas mal...


Y ya que estamos, les dejo mi corcho con fotitos de algunos mis amigos (para los que no tienen feisbuc y no pudieron ver mi álbum): Fidel Castro, Los Backyardigans, los chicos de Casi Angeles, Mauricio Macri, el Che, Gandhi, Néstor Kirchner, El Manosanta, Juan Pablo II... En fin, muchos.


23/7/09

Qué tren, qué tren

Volvía con Nacho del trabajo -siempre encuentro alguno con auto que me deja en la puerta de casa- hablando de su reciente viaje por las europas. Que Viena, que Praga, que Amsterdam, que Londres, que Paris...

-Lo que es una cosa de locos -me decía- son los trenes. Le ponen un horario, ponele, 14.27, y no sale y 28 ni y 25. Sale y 27.

Ahí nomás recordé una experiencia que no demoré en contarle.

Corría el año 2007 (suena lindo el "corría el año", aunque fue hace dos míseros años) y yo estaba en Canadá, vacacionando. Venía de pasar unos días en Ottawa con mi amigo Franco, que estaba trabajando, y debía tomarme el tren a Oshawa, donde me esperaba mi hermano, que vive por ahí cerca.

Recuerdo que cada vez que por los altoparlantes decían "Ottawa" yo entendía "Oshawa" y que le pregunté tres veces a la chica de los pasajes si ése era "mi tren", hasta que me explicó:
-Tu tren sale a las 14.03, ni antes ni después. Este es el tren de las 13.58.
-Ah...

(el "ah" es la única parte literal; ella habló en inglés)

A las 14.03, mi tren estaba presto a salir. Me subí, ocupé un asiento junto a la ventana y saqué el libro que estaba leyendo: Pantaleón y las visitadoras, de Vargas Llosa, pero en portugués -porque entonces, aunque necesitaba hablar en inglés, yo estudiaba portugués-.

A mi lado se sentó, casi instantáneamente, un tipo de unos 35 años, que miró mi libro con atención.

Pasaron unos minutos y el tren todavía no salía. Pasaron otros y, claro, lo mismo.

Un señor hablaba por celular y, a los gritos, se quejaba de la demora. Las señoras protestaban, la gente caminaba por los pasillos. Eran las 14.15 y el tren seguía ahí parado! Insólito (para ellos).

El buen muchacho de al lado intentó matar el tiempo conmigo. Me preguntó si era brasileño y, en mi patético inglés, pude explicarle que no, que argentino, que leía eso porque estaba estudiando el idioma y me servía de práctica.

Pero lo que le llamó la atención al tipo era mi calma frente a la situación: la gente ya protestaba a los empleados del tren, se quejaba, explicaba que la esperaban en reuniones, la familia, la... Lalala.

-Lo que pasa es que... No sé, para mí es normal. En mi país, si el tren dice que sale a las 14.03 y sale a las 14.03, se va vacío: nadie llega a esa hora porque el tren siempre sale más tarde.

El tipo rió. Yo seguí.

-El metro sale con demoras, llega con demoras, los buses de larga distancia no respetan los horarios, no existe el 14.03 porque no se puede respetar. Nadie lo respeta. Esto, para mí, es una joda.
-Claro -respondió-. Pero acá no es normal. Esto nunca pasa. Para semejante demora, debe haber pasado algo grave.

Las limitaciones del idioma hicieron que rápidamente volviera a mi libro, que no tardé en abandonar por otro en español. Al rato, ya con el tren en movimiento y habiendo pasado la hora de arribo a Oshawa, llamó G, mi hermano:

-Qué pasó? Y el tren?
-Salió con demora...
-Increíble. Nunca pasa.

Nunca. Hasta que se sube Jota.

21/7/09

Este día es mío

Sí, ya sé que debe existir el día del blogger o algo por el estilo. Ya sé que existe el día del caballo gris con manchitas negras. Ya sé que está todo inventado.

Pero me importa un huevo.

Cansado ya de todos esos días comerciales que me molestan, y mucho, decidí inventar el día del amiblog. Porque soy así, caprichoso.

Sí, leyeron bien, el Día del Amiblog. Del amigo de blog.

Mirá:



Es simple: prendete, colgá esto en algún lugar de tu blog así somos muchos los que festejamos este día tan perdedor como los otros.

Pero sin ir al Planetario, sin comprar regalitos, sin salir a un bar ni mandar mensajes de texto.

Colgamos esto en nuestro blog y el 25 pasamos a saludar.

Y así, todos los años.

O no.

Se copan?

No me van a dejar solo como un perdedor, no?

20/7/09

Son perdedores (especial Día del Amigo)

  • -Los que dicen “feliz Día del Amigo!” con ganas y sin ironías.
  • -Los que mandan mails en cadena recordando lo mucho que me quieren a pesar de no vernos nunca en la puta vida.
  • -Los que se prenden en las huevadas que arma Quilmes y me mandan un saludo de Luli Salazar o de Marley (aunque reconzoco que cuando Luli me dijo "Hola Jota" me gustó un poco...).
  • -Los que compran regalos para sus amigos el Día del Amigo.
  • -Los que se juntan en Palermo, en el Rosedal, en el Zoológico o en la mismísima loma del orto para hacer un picnic por el Día del Amigo (lo mismo vale para el Día de la Primavera y el Día de la Kermesse en Somalía).
  • -Los que compran el pack de sms a su empresa de celulares para poder mandar muchos mensajes de texto en ese día tan especial (?).
  • -Los que sacan fotos con sus amigos en el Día del Amigo.
  • -El que inventó el Día del Amigo: es un perdedor nato, pero además un reverendo hijo de puta.
  • -E indudablemente, el que ocupa un post en el Día del Amigo.

*Aclaración: este post es igualito al del año pasado, posteado el 19 de julio, y advierto que será repetido en la previa o en los días amigos venideros, hasta que me muera o hasta que alguien se digne a prohibir semejante celebración. Y como aclaré entonces, si alguien me quiere ver, quiere ir a comer, quiere lo que sea, que me llame, nos vemos, nos reventamos de morfi, pero porque sí: no por el Día del Amigo.

PD: teniendo en cuenta lo que pasó con Pequeña P, déjenme decirle... Feliz Día, amiga!!!

PD2: como obsequio, este video para todos ustedes...


Crear otra confesionCrear otra confesionCrear otra confesion


Y por último, como no soy de palo, también tengo amigos y álbum de fotos en Facebook con mis amigos por el día del amigo. Mírenlas.

18/7/09

Se viene el estallido

Ya los verán agolpándose en los bosques de Palermo, copando restaurantes, bares, pubs.

Ya se los encontrarán caminando en barra por la calle, alborotando shoppings y paseos, reventándose a mensajes de texto, a llamadas.

Ya colgarán las fotos en el feisbuc, en sus fotologs, las mandarán por mail.

Ya se emocionarán, y se llenarán de abrazos, de besos -porcinos o no-, de regalitos.

Ya los sufrirán borrachos y borrachas, entregándose a un delirio alcohólico, apretujándose en los reservados y babeándose en las puertas de los boliches.

Ya pasará ese día, otro Día D que tanto detesto, que poco entiendo, que no existiría si no fuera por un genio del marketing que pensó vender chucherías y llenar locales de comida una vez al año (sin contar el Día de la Madre, el Día del Niño, el Día del Padre, el Día del Odontólogo y todos esos días pelotudos).

Mañana no es un buen día para salir de casa. Se los digo ahora.

17/7/09

Alcohol en gil

Todos saben que no me caracterizo por las salidas alocadas. Ni por tomar alcohol.

Todos saben que cuando salgo y tomo alcohol no termino demasiado bien.

Todos. Menos yo.

Anoche salí con mis amigos Mariano y Andrés.

-Te espero, así nos vamos juntos -me dijo Mariano, que trabaja conmigo, a las 10 de la noche, pensando que salía a eso de las 11.30.

Por suerte, tuve un día tranquilo en el trabajo y me fui a la 1.20, con Mariano caminando por las paredes del aburrimiento.

Llegamos a un pub que está en Laprida y Córdoba, donde una bandita tocaba canciones de Sabina e improvisaba otras. Ahí estaba Andrés, esperando junto a su chica desde hacía horas.

Qué tal Perú, cómo anduvo la vuelta al trabajo, y tu vida, y alguna chica limeña?

La buena onda de Andrés contrastó con los problemas del hotel de Perú, la derrota histérica con Pequeña P y el aumento que no recibí en el trabajo. Pero se lo tomó con la misma buena onda.

-Y nosotros qué tomamos? -consultó Mariano.
-Cerveza? -respondí.

Cerveza.

La Heineken estaba realmente helada, deliciosa. Y eso que no me gusta la cerveza. Nos tomamos el litro de cerveza en veinte, treinta minutos máximo. Y pedimos otra, que vaciamos en menos de media hora más. Les soy sincero: no me acuerdo mucho más de lo que hablamos y tomamos después, hasta el siguiente punto.

Andrés, que había terminado su vino, se levantó a buscar otra cerveza. Tomó un vaso, tomó a su novia y se fue. El resto del líquido lo devoramos con Mariano.

-Estás puesto, no? -dijo Mariano, conocedor de mi casi nula capacidad alcohólica.
-Hecho mierda.

Eran las 3 cuando nos fuimos. En hora y media tomé más de lo que mi pobre cuerpito puede tolerar. Mareado, llegué al auto. Mariano me dejó en casa.

-Estás bien?
-Creo que al depto llego.

Llegué. No estaba tan mal sin la música, el humo del cigarrillo y los alaridos de las chicas. Estaba, además de un poco ebrio, muy cansado. Y me fui a la cama.

No me pude dormir. Al rato me levanté asqueado, mareado. Fui al baño. Me bajó la presión. Me senté en el piso, empecé a transpirar un sudor helado, me goteaba la frente. No perdí el conocimiento, pero casi. Ahora pienso, igual: tengo algo de conocimiento? Creo que debería haber estudiado más.

Empapado, algo recuperado, logré levantarme. Me senté en la cama. Me sequé. Me acosté. Me dormí.

Debí haberme despertado a las 11.30, pero no pude. Una hora más tarde, escribo estas líneas y les digo, amigos, conocidos, a todos les aviso:

así de rápido, así de mal, así de mucho... no tomo nunca más.

15/7/09

Frío/calor

Cuando me mudé a mi actual departamento, hace ya dos años y medio, pensé en comprarme un aire acondicionado.

-No, comprate un aire frío/calor -recomedóordenó papá.
-Para qué? Si hay losa radiante y, además, el departamento tiene una estufa en el living.
-Anda esa estufa de tiro balanceado?
-No sé, pero igual seguro que no la voy a usar.
-Pero ya que te vas a comprar un aire, compralo frío calor -insistióordenó papá.
-Al pedo. Sale trescientos mangos más y es al pedo.
-Ufff... Bueno, hacé lo que quieras -rezongó... y eso significa 'comprá el frío/calor'.

Y eso hice.

Y la diferencia, tal vez con culpa, la pagó él.

Ahora bien. Odio el aire acondicionado. No me gusta, me hace mal, si la humanidad vivió tantos años sin eso, sigamos sin eso. Hoy no nos mata el calor: nos mata el cambio de temperatura. Nos mata el aire helado de los equipos artificiales. Si no existiera el aire acondicionado, no habría cambios bruscos de temperatura. Y seríamos más felices (sí, la felicidad pasa por el frío/calor, no sabían?).

Cuestión que en dos años y medio debo haber prendido el aire condicionado diez, quince veces, la mitad con amigos que me lo pedían, y el aire caliente, en invierno, cinco o seis veces. Máximo.

Pero este invierno fue diferente. Empecé a tener frío en los pies. Y eso, lo saben, no se soluciona con nada. Aunque la calefacción ayuda...

Un día prendí el equipo DeLonghi que está colgado en una pared e intenté pasarlo a calor: nada.

De Feel pasaba a Cool, de Cool pasaba a Dry, de Dry pasaba a Fan y de Fan, en vez de pasar a Heat, que es donde te da calor, volvía a Feel. Y así. Se había arruinado el Heat!!

Y me volví loco.

Lo había usado cinco veces y ya no andaba?? Una locura!

Fue entonces cuando me fui a Perú. Y me olvidé del tema.

Ahora que volví, y volví a tener frío, volví a intentarlo. Y nada. Y empecé a preocuparme: cuánto saldrá un arreglo de estos?

Y pasó un día...

Saldrá muy caro?

Y pasó otro...

Tendré que comprar uno nuevo?

Y pasó otro...

Y apelé a papá:
-Sabés qué puede pasar? -consulté- No anda, no sé qué mierda le pasa. Debe salir re caro, encima...
-Le cambiaste las pilas al control remoto del aire? -preguntó.
-No, pero anda. Se mueve, funciona el frío, pero no funciona el calor.
-Cambiale las pilas.
-Pero...
-Cambiale las pilas.

Hoy le cambié las pilas.

Me cagué de frío tantas noches por no haber gastado seis pesos en pilas...

14/7/09

Mi lugar en el mundo

Mi amiga La Negra me hizo conocerlos. Y le agradezco: ya son parte de mi vida. Son parte de mi terapia cotidiana. Entendí lo que soy. Entendí realmente lo que me pasó con Pequeña P. Y con tantas otras...

De hecho, entendí también lo que me pasó con La Negra (perdón, LN, pero tengo que confesártelo ahora y públicamente): con vos también fui eso.

Sí, soy un Pagafantas.

Algunos ya sabrán de qué se trata. Para los otros, les dejo este video explicativo...




Y si tienen unos minutos más, nuestro himno:



Gracias, Negra. En serio.

Encontré mi lugar en el mundo, mi grupo de autoayuda. Y me enteré de que hasta hay una película, que no sé si se estrenó o no, pero que la veré en cuanto pueda.

Estoy feliz. Necesitaba saber que no soy el único perdedor en este porcino mundo!

12/7/09

Es simple, es claro

Las buenas noticias no abundan. Basta, realmente, con mirar el diario de reojo para darse cuenta.

Por eso, llegar al trabajo y saber que hay aumentos de sueldo es reconfortante.

Sin embargo, también hay que ser consciente de las realidades: no me llamo Rodrigo, ni Pedro, ni Rubén, ni Pablo, ni Sergio, ni Omar, ni Paulino.

Las buenas noticias no son para todos.

Me llamo Jota.

Soy perdedor.

Y un perdedor llamado Jota no figura en la lista de 25 aumentos sobre 30 empleados, digamos, de la misma categoría.

Así de simple. Así de claro.

Me quiero volver a Perú.

9/7/09

Jom, suit jom

Ah, qué lindo es volver a casa...

A una ciudad Pro, a una provincia en la que el marketing es lo más, a un país en paz y con la redistribución de la riqueza a flor de piel; todo por el bien de los argentinos. Todo lo elegimos los argentinos.

Hermoso es leer los diarios y, a la distancia, saber que ya hay como 60 muertos por la gripe porcina.

Que cerraron los teatros y algunos cines.

Que también hay restricciones en pubs y boliches.

Que hay mucha paranoia.

Que se agotó el alcohol en gel y que casi no hay barbijos en la ciudad.

Que si estornudás ya no te dicen "salud!!" sino "ay, qué asco".

Que los medios ayudaron a tapar el dengue con la porcina, la porcina con las elecciones y, ahora, el resultado de las elecciones con la porcina.

Qué lindo es enterarse de los procesos judiciales de diputados electos y del futuro jefe de la policía metropolitana.

Ah... qué placer volver a mi país.

Si no se cae el avión, en unas horas estoy por allá.

Salud! (o qué asco...)

7/7/09

Lo que es tener buen culo

Día libre en Lima.

A pasear un poco.

A comprar unos regalitos.

Y a meterse en una especie de shopping, a huevear.

Ahí estaba, mirando y mirando, cuando vi en oferta unos pantalones tipo cargo que me gustaron mucho.

Saqué uno, lo volví a colgar. Otro. Y otro. De color crema, verde musgo, azul, marrón, negro...

En determinado momento, me decidí: me pruebo estos dos. Los agarré, pregunté dónde estaban los vestidores y entré a cambiarme.

Y ahora voy a adelantarme en el relato: salí del probador riéndome de mí mismo, descostillándome de risa, a pura carcajada al punto que nadie entendía nada, los empleados me miraban pensando que había fumado alguna cosa rara ahí adentro. Pero no.

Pasó que me probé el primer pantalón y me quedaba enorme, claramente el 32 de esa marca no era mi número, no era mi talle.

Pasó que me probé el segundo y me quedaba un poco chico, ya de piernas, medio justo. Pasó que me lo subí igual, que me calzó demasiado justo, que me apretó un poco, pero me cerró.

Pasó que -disculpen, chicas impresionables- los huevos se me apretaron como matambre en su hilo.

Pasó que mi culo era una manzanita.

Pasó que me sorprendí. Hasta les diría que me gusté.

Pasó que me saqué el pantalón, que busqué de nuevo el talle.

Pasó que la etiqueta de ese pantalón, igual al otro, igualito en modelo y en marca, tenía un bordado de flores del lado de adentro.

Pasó que decía: "Woman".

Pasó que me puse un pantalón de mujer.

Y pasó que comprobé que con un buen pantalón, hasta yo tengo buen culo.

6/7/09

La voy a extrañar

A diferencia de Pequeña P, y de tantas otras, ella es rubia.

Y nunca me dijo que no.

No histeriqueó conmigo. No me corrió el pico y, lo tengo que reconocer, hemos cruzado pico con pico muchas veces, a toda hora, hasta en la soledad del hotel.

Porque también estuvo conmigo en el hotel.

Ella es rubia, decía. Es delgada, ligera, fresca y alegre.

No es tan jovencita, pero sí es bien peruana. Y acá la quieren todos: no hay quién se le resista.

Y repito: estuvo conmigo. Pero la tuve que compartir con otros.

A horas de volverme a Buenos Aires, voy a confesarlo: no extrañaré mi chamba peruana, ni a mi ahora amiga Pequeña P, ni a mis amigos Reyes y León, ni las cenas en Patagonia, ni las hamburguesas de Bembos. No voy a extrañar tampoco el arroz chaufa con pollo de mis almuerzos en Jerrys, ni el chancho al ajo del chifa al que fui con Reyes. Ni las tardes noches de billas en Billas People (billas se le dice acá al pool).

Creo que tampoco voy a extrañar las caminatas por el malecón. Ni la buena vida de Miraflores. Ni los bares de Barranco. Ni a mi amiga Sushi Punk. Ni a su amiga que está más buena que un plato de ravioles, que creo que se llamaba María Ale. Ni a la Cusqueña. Ni al pisco sour. Ni a Larcomar.

Mi estadía en el Perú, un mes entre el 24 de abril y el 24 de mayo, otro mes entre el 10 de junio y el 9 de julio que se avecina, me acercó a ella, a la rubia, como a nadie. Me la llevaría a Buenos Aires. La tendría conmigo para siempre.

Voy a extrañarte mucho.

A vos, realmente, sí, mi querida Inca Kola.


Yo no me quiero casar... (II)

Después de un par de días de meditarlo con la almohada, decidí qué hacer con la señorita protagonista de un par de post atrás. En realidad, ...