6/8/09

Sudor

Después de vivir en el mismo departamento toda mi -por entonces- corta vida, cuando cumplí 18 decidimos (bah, yo en realidad no participé en la decisión) mudarnos.

No era lejos, pero era una diferencia: de un departamento confortable en un piso alto de un lindo edificio, a un departamento más grande y confortable en un primer piso de un edificio viejo.

A pesar del primer piso, era muy luminoso. Y tenía una ventaja: "Mirá -me señalaron-. Ese techo que se ve desde la ventana es un depósito de la fábrica de Domec; es histórica, una empresa grande, argentina. Nunca va a cerrar".

Duró algunos años. La cerraron. Vendieron el galpón. Y, obvio, empezaron a hacer un edificio. Al lado de casa. Pared con pared. Mi cuarto era, por caso, la medianera...

No vienen al caso mis peleas con los obreros para que me dejaran dormir a la mañana, o los gritos que les pegaba desde la ventana para que se pusieran a hablar en otro lugar y no justo a 20 centímetros de mi ventanita.

Mientras hacían el edificio, o cuando recién empezaban, pasó lo peor.

Era sábado. Salí con amigos. Llovía. A cántaros. Volví después de la 1. Y por debajo de la puerta de entrada al departamento salían torrentes de agua. "La boluda de mamá se olvidó la ventana abierta", pensé.

Abrí la puerta. Más agua. Venía de la cocina. Ya en la cocina, me di cuenta de que venía del lavadero (escaloncito arriba). Ya en el lavadero, me di cuenta de que venía de... la pared.

Caño roto?

No: la pared. La pared chorreaba agua. Sudaba. Caía a borbotones no desde un lugar, sino desde toda la pared. Toda.

No había nadie en casa. Y decidí organizarme: hice barricada en la puerta del lavadero para que no chorreara para la cocina y, menos, hacia el piso de madera del pasillo; sequé la cocina y el piso de madera que había sido tocado; agarré el balde y empecé a sacar agua del lavadero. Era mucha.

Eran las 4 de la mañana y yo seguía -solo- sacando agua, pensando cómo hacer para que dejara de salir agua de la pared. Imposible: seguía lloviendo. Mamá, que había ido a una fiesta, no atendía su celular.

A las 5 dejó de llover y comenzó a lloviznar. A las 5.30, yo ya muerto de sueño, la pared sudaba pero el agua se juntaba en un solo lugar: me las ingenié para que ese chorrito llegara a un balde, que se llenaba cada 25 minutos.

Y empecé a dormir cada 25 minutos, despertador, vaciar el balde, dormir, despertador, vaciar el balde, dormir, despertador, vaciar el balde, dormir, despertador, vaciar el balde. Estaba por enloquecer.

A las 8 llegó mamá: yo me pateaba las ojeras. La insulté, me quejé, me fui a dormir; dije que iba a poner una bomba en la obra. Falté al trabajo (sí, en esa época trabajaba los domingos). El lunes, mamá se quejó con la gente de la obra en construcción. La respuesta fue tan insólita como indignante:
-Lo que pasa, señora, es que picaron la pared para hacer la medianera, pero no llegaron a terminarla el viernes y bueno... no quedó impermeabilizada. Quedó así abierta el fin de semana. Llovió, no tenía protección y pasó lo que pasó. Pero no estaba pronosticado que lloviera.

Mamá casi lo mata.

Cuatro años después, la pared se secó completamente y, sí, quedó plana, blanca y radiante. Desde entonces, huyo de las obras en construcción. Odio toda remodelación. Odio a los obreros. Quiero dormir en paz!

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Odio odio odio a los obreros no solo son ruidosos irrespetuosos muy inoportunos sino que ademas son los mas babosos del mundo seguidos de cerca por los camioneros y los verduleros...Pobre Jota todos sufrimos a algun obrero en algun momento.
Un beso J.

mara dijo...

que horror Jota, que horror.
en la etiqueta tmb podrías poner "un cacho de cultura argentina". Ja.

Tomás en Shorts dijo...

tu vieja llegó a las 8 de la mañana de una fiesta?
que rockera!

Anónimo dijo...

La Desidia es una materia que deberían dar en los colegios, la aprobarían todos. La respuesta a los exámenes sería: "Y bueno, qué se le va a hacer, mala suerte".
Uf, odio a todos los que arreglan cosas, porque siempre, indefectiblemente, desarreglan otras. "Ajustan un tornillo y desajustan una tuerca".

LN.-

JuanM dijo...

¿Cronometraste el tiempo que tardaba el balde en llenarse?
Jaja que grande.

Obreros putos.
No... en realidad la culpa no es de ellos, es de los empresarios.
Los obreros son laburantes.
Es como cuando alguien llama y se queja en un Call Center. La culpa nunca es del que te atiende.

Caso aparte son aquellas personas a las que les falta capacitación e instrucción general en la tarea involucrada, pero no me gusta pelearme por pequeñeces.

En fin...
Saludoss

Anónimo dijo...

bueno, al menos tuviste un domingo de franco, o no? je

Fugote dijo...

jota, el lavadero tenia que tener rejilla... hubieras direccionado todo ahi...;)

||descascarado dijo...

y ni a palos un asado obraril, no??

Egocripta dijo...

En esos casos es mejor tirarte a dormir y hacerte el boludo. Total tu vieja nunca contestó el celular, la culpa la tiene ella:P
Pero es una cierta verdad, odio cuando agujerean en cualquier lado del departamento de al lado, de enfrente, de arriba, de abajo, del otro lado. DE TODOS LADOS!. Encima yo que soy una persona tan pacifica (?) no puedo evitar salir al palier y putear, se me hace imposible.

Y seguramente, el amor a mi nunca me llega, debe considerarme una hereje :)
Un beso!!

Anónimo dijo...

Obra en construcción, para las mujeres, significa albañiles babosos además de ruido insoportable.
Qué mala pata lo del agua Jota, te lloró la pared. Pero menos mal que reaccionaste y te pusiste las pilas en sacar el agua. Si me hubiera pasado a mi, me moria ahogada.
Un beso Jotaa

Marchante dijo...

jotita, todos queremos dormir en paz, corazón

Matías dijo...

"Yo me pateaba las ojeras"

Genial.


Siempre llego tarde a los post que me gustan. Loser!

GC es un grande dijo...

che...ojo...porque siempre hay un mal pensado...tu comentario de odio a los obreros me hizo acordar a D ´elia...

yo juro que los asesino

Meryl dijo...

"Y empecé a dormir cada 25 minutos, despertador, vaciar el balde, dormir, despertador, vaciar el balde, dormir, despertador, vaciar el balde, dormir, despertador, vaciar el balde. Estaba por enloquecer"

Si, y eras lo suficientemente perdedor como para cronometrar el tiempo de llenado del balde!

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