5/7/08

Confesiones de invierno

Qué noche, Teté!

Mi amigo Pablo, el Pablo que no es Pol, organizó un asado en su casa. Era, digamos, una especie de despedida. El y su flamante esposa Mer se van a vivir a Estados Unidos durante dos años. Anoche, en su casa, estuvimos Lean, Sol, Andy, Fio, Tele, ellos y yo. Pero yo no con todas mis posibilidades: una gripe galopante (por qué se dice que una gripe puede ser galopante?) me rompía bastante las pelotas.
Asado, vacío, ensalada, pan, vino, gaseosas, una exquisita torta de peras made in Sol. Todo genial. Algunas discusiones por un cigarrillo, unos cuantos chistes, chismes, estupideces. Lo de siempre.
Después de la cena, aparece ella, la guitarra. Pablo, el que no es Pol, se pone a tocar. Mi gripe galopaba, mi voz se iba de a poquito. "Por suerte no tengo fiebre", le susurré a Sol, que me tocó la frente y dijo: "Estás seguro?". No lo estaba.
Todos cantaron alrededor de la mesa, mientras mi gripe avanzaba y yo, paciente y compañero, acompañaba las entonaciones varias -y desafinaciones de Lean- percusionando sobre la mesa con un corcho. Al momento de comer la torta, Pablo dejó la guitarra.
La agarré yo, que ya había deglutido mi porción. Toqué un tema que ni yo quería escuchar, pero que Tele insistía en cantar. Toqué otros más, mientras Fio se quejaba por la música suicida, bajoneante como la gripe. Los hombres improvisamos algunas cosas. Todo muy lindo, excepto mi estado.
Siguió la noche, y recordé en voz alta que después de unas cuantas horas no tenía nada para contar en el Manual de Perdedores. Raro. Rarísimo. Siempre surge alguna derrota, un papelón, alguna nueva estupidez.
"Bueno, tocar Confesiones de invierno no es muy ganador", recordó Mer, con absoluta razón. Me pedí un taxi, volví a casa, miré por TV algunas exposiciones de los diputados en el Congreso, terminé acostándome a las 3.30 de la mañana.
Hoy me levanté peor. Ahora tengo fiebre, me quedo en casa, no voy a trabajar.

Es la galopante rudeza del invierno. Y ésta, mi humilde confesión invernal.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Y si, sos un perdedor nato. Engriparte en el mejor dia del invierno... es de perdedor!
Por eso no fuiste a ver Juli!!
besos
tu prima

Flor dijo...

No te preocupes Jota, TODOS los que tocan la guitarra tocan en algún momeno de la noche confesiones de invierno. Es casi tradición.
Y un sábado, es ideal para quedarse en la camucha y no ir a laburar, sobre todo si tenes alguien que te haga unos mimos.
Besos, y tomate un tecito vick!

Nía- dijo...

euu paramos el carro..pará la moto y baja los vidrios!...eso no es de perdedor...me encanta sui generis y además hiciste algo de amigo de fierro..cualquier otro se hubiera quedado en la casa, en la cama, como corresponde...
anda a saber..capaz la racha se te va acabando y tenes que cambiar el nombre del blog jaja

Yo, te banco!

besos y que te mejores..

pd:lo de la gripe galopante pensé que lo había inventado mi vieja..pero ahora veo que no jajja

sushi punk dijo...

hola jotita, te estoy mandando en taxi un tecito con miel, que lo disfrutes.
besushis!

Marchante dijo...

jotin... hay cosas que son taaaaaaaaaaaaan graciosas...
como ese casamiento del que todos sabiamos... te acordás?

Fugote dijo...

después de leer este post tuve el agrado de concurrir a una reunion de amigos y no pude evitar acordarme de uds sr jota.

Tmb tuvo su momento de guitarra y de temas perdedores.

saludos...

pd: en mi blog lo espera un humilde reconocimiento, al lado de la nota que peuda sacar clarin no significa nada, de hecho no significa nada al lado de nada, pero bueno, ahi esta.

Florencia dijo...

Tener un hijo, plantar un árbol, escribir un libro y cantar Confesiones de invierno viernes por la noche, me dijeron alguna vez.

L dijo...

por fin aparezco mencionado!!!! Ahora vas a ser un perdedor total.

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